La Herbolaria
Una mirada a las plantas
Las plantas crecen silvestres en su rincón correcto en la Naturaleza, allá donde la Vida quiso emanar la belleza de su canto en esa caricia única de luz y aromas. El yerbero, observando, entendió con el tiempo las características peculiares de cada una. Su sabor, su ubicación, su olor, su textura, su tamaño, el momento de floración; su comportamiento ante el frío, el calor, la humedad, el viento, la época... Conociendo la "personalidad" de cada planta y entendiendo la necesidad del paciente, el médico elige prudentemente las hierbas que pueden ayudarle. En la materia médica de la herbolaria, las plantas nos sanan enseñándonos o proveyendo las características necesarias que fallan en nuestra relación con el mundo. Este apoyo nos ayuda a traer de vuelta la memoria de la armonía, de la que nuestro cuerpo nació.
La enfermedad
Las personas pueden enfermar por causas externas: cambios de estaciones, frío, viento, humedad, etc. Las plantas, propiamente seleccionadas, nos enseñarían cómo sanarnos, ya que ellas sí tienen la fuerza y adaptación perfecta de la que podemos carecer en algún momento. También podemos enfermarnos por causas internas: alimentación, emociones, etc. Así, creamos nuestras propias confusas condiciones, las cuáles deben ser cuidadosamente descubiertas y descritas. Se debe crear un completo relato antecedente-consecuente, para entender en qué clase de mezcla de sensaciones se ha tornado la forma de vivir de un paciente.
El espíritu de las plantas
Hay plantas que sobrevivirían en el más intenso calor del verano radiantes, blancas y aromáticas. Nos calmarían, pues, en la más intensa ansiedad y desesperación, durante los estados febriles, etc. Hay árboles que cuando sus semejantes han perdido todas sus hojas en invierno, ellos permanecen impasibles y hermosos al primer toque de la nieve. Hay dolores intensos en el estómago por frío, también digestiones lentas por insuficiencias crónicas en el funcionamiento del bazo. Las plantas tibias, algunas picantes y cálidas, nos aportarían ese ejemplo-enseñanza que necesitamos:
- Las semillas de cardamomo calientan el bazo y mejoran nuestras digestiones.
- El astrágalo tonificaría no sólo nuestro bazo, sino la energía vital de todo el organismo, haciéndonos más fuertes frente al ataque de agentes patógenos externos.
- El agua de ñame beneficiaría nuestra energía vital y traería armonía al bazo. Nutriría nuestro yin en riñones y pulmones.
- El fruto de espino albar lo podríamos utilizar en caso de mala digestión por estancamientos de alimentos.
- Con las hojas de sen, la malva y la semilla del durazno, no sólo conseguiríamos eliminar los gases intestinales debido a estancamiento de las heces, sino que movilizaríamos toda la sangre del cuerpo y los líquidos vía diuresis o catarsis. Este efecto ayudaría a eliminar el calor tóxico también.
- El ginseng es un macrotonificador de la energía "yuan" y fortalecedor del Bazo. Excelente estimulante.
- Las semillas de hinojo son digestivos tibios que agradan al cuerpo.
Las fórmulas
En la medicina china se escogen combinaciones de plantas únicas y exclusivas para cada persona. Estas combinaciones son llamadas fórmulas y pretenden el uso de diversas dosis, de diferentes partes de las plantas, según necesidad. Rara vez coinciden exactamente las fórmulas de un paciente a otro y la destreza en el diagnóstico será decisiva para la correcta prescripción. Veamos una fórmula común de plantas para el estrés y ansiedad. Describo un pequeño tratamiento herbal para un estancamiento crónico de la energía del hígado, con datos de calor permanente que han llevado al consumo del yin del mismo, riñón y corazón. Encontramos manifestaciones de ansiedad, tensión general con episodios críticos, insomnio, calor en plantas de manos, pies y pecho, palpitaciones, taquicardias, etc.:
-Raíz de bupleurum: esta planta es una de las más importantes para hacer fluir armoniosamente nuestro hígado, especialmente cuando hay manifestaciones de calor. Siempre que no estemos ante un caso agudo con ciertas complicaciones.
-Raíz de peonia blanca: actúa junto al bupleurum como medicamentos principales en el estancamiento del hígado. Protege el yin, suaviza y desciende los ascensos de yang del órgano. Nutre y mejora la calidad de la sangre.
-Flor de crisantemo: alivia los síntomas del hígado, especialmente el ascenso de su yang.
-Fruto de gardenia o prunela, si los datos de calor en el hígado fueran importantes.
-Melisa: nos ayudará a tonificar el bazo y calmar el shen.
-Valeriana: calma el espíritu, enfría su fuego, permite el armonioso y calmo flujo el hígado refrescando y sedando.
-Raíz de rehmannia preparada: es la planta más importante para nutrir el yin dede la raíz, el riñón.
-Lycium, bayas de goji: apoya en la misma función a la anterior, en especial en lo que respecta al hígado.
-Uña de gato: lleva al hígado a un estado de tensión perfecta, controlando los posibles picos de su golpe ascendente.
-Salvia: nutre y refresca la sangre, calmando el espíritu.
